martes, 23 de junio de 2015

70's



Hace como 70 primaveras las aceras soportaban transeúntes con pieles de señorita o con corbatas de caballero. Soportaban cada una de las pisadas de tacones de aguja, alpargatas o pies descalzos que daban forma al pavimento y a un gran tango que ya quisieran los del lejano país de la plata. Pasó el tiempo y años después llegó un otoño soportable entre ruedas que arrastraban tediosos ruidos y con ello vino la porquería que formaba contrastes en sus largas piernas. Aún así las cuerdas de su boca permanecían intactas de su sumiso aguante.
Más tarde incluso, tras el fordismo, el trabajo en cadena, Google y las grandes multinacionales aquellos pasajeros no demoraban en los brazos de las aceras, preferían fumar de pie y atenuar las luces de las calles con un hollín permanente. Curioso, incluso ni el mayor terremoto pudo destrozar bordillos y hacerlos hablar.
Pero de eso hace 70 primaveras y estamos en verano. Nadie se acuerda de ellas en su sentido más literal, nadie las llama por sus nombres de pila como salvacoches, andenes u orillas. De repente, sin aviso previo, empezó a ser marca de un estereotipo. Ese entonces creo que fue cuando se dirigió a mi, tras 70 silencios, y me dijo: "yo que he sido protagonista de películas neoyorquinas que acumularon premios y alabanzas, ya no me atrevería a mostrar ni el paseo de gracia de la bonita Barcelona."
"No hay dos caminos pequeña" siguió, "hay tantos caminos como personas queriéndose."
Tras retener la mayoría de frases que soltaba la geosmina de aquella lluvia veraniega, pude comprender su hartazgo en que igual que las prisas hacen que se nos olviden las llaves al salir, la ausencia de respeto hace que hayan miles de miradas en avenidas, que provocan el evite de espejos, por miedo a ver la verdad y caer en armarios cerrados. 
Las aceras han podido con cada pisada, salto, discusión... pero cuando se trata de amor, se rinden ante la decadencia. Y es que no nos sirve de nada los descubrimientos de Jefferson o los artículos de Kapuściński si se sigue pensando en armarios o aceras que marcan la diferencia.