lunes, 12 de agosto de 2013

Todos los días de mi vida.


No he venido a hablar tu belleza, he venido a escribirte lo que no se puede borrar, lo que no se puede negar. Represento a toda hija enamorada, de una madre que parió, de un madre que sufrió. Estoy aquí, para decirte con estas palabras (imborrables), que me has tenido media vida, y me tendrás otra mitad. 
Porque cielo, mereces el lado más bonito de mi corazón (que ya es tuyo), mil y un arco iris, que sonríen por ti. Te mereces ese último trozo de tarta (el más deseado). Porque todos los amaneceres, amor, salen en tu busca, y preguntan por ti. Imagino tu cansancio, ese que disimulas y niegas. Pero cielo, no puedes mentirle a quien creció en ti. Si supieras lo que te miro a escondidas, mamá. Si supieras lo que imito tus gestos. Porque no existen manos más fuertes (que me sujetan), y corazón más disponible, para llorar y dormir en él.
Hoy es el día, hoy es tu día (eso piensan todos), pero hoy vengo a ti, para decirte lo equivocada que estás.. porque todos los días son tuyos, me explico, todos los días de mi vida, son tuyos, cielo.