martes, 11 de septiembre de 2012

Un nuevo comienzo.


Y todo vuelve a empezar. Despedimos al verano con una gran sonrisa, dispuestos a emprender otro año lleno de responsabilidades, y recordamos el comienzo. Cuando con lápiz en mano y con una gran imaginación empezamos a crear nuestros pequeños dibujos, en aquella gran habitación rodeada de niños con mochilas de colores. Esos dibujos en los que siempre había una casa con chimenea, o en los que nunca faltaba el gran tobogán del recreo. El sonido del timbre, disparaba el latido de nuestros grandes corazones. Y nuestros pequeños pies salían disparados hacia el columpio de colores. Cada día parecía otro día diferente, otro dibujo, otro nuevo amigo. Fuimos creciendo, las mismas caras pero con distintos rostros. Ya no era todo sonrisas. Nuestros cuadernos ya no escondían aquellos dibujos coloridos, ahora guardaban multiplicaciones. Los zapatos se nos hacían cada vez más estrechos y nuestra camisa ya no estaba manchada de tempera. Nuestro cuaderno era cada vez más grande y nuestros libros cada vez tenían más páginas. Las responsabilidades abrumaron nuestras cabezas y nuestras manos la sujetaban con fuerza. Ahora volvemos al comienzo en donde podemos hacer de un año toda una aventura de sensaciones, de nuevas caras, de nuevos conocimientos. Nunca pienses que aprender es perder el tiempo. Porque solo la sabiduría es lo que el día de mañana nos puede asegurar una victoria.