Dicen que las verdaderas amistades son las que con la mirada
te lo dicen todo, que con una sonrisa te agradecen su apoyo, las que sin
necesidad de un ‘te quiero’, te admiran. Esas amistades unidas por una canción,
por miles de momentos vividos, pero que tienen millones aún por delante. Las
que con una caricia, desaparecen las lágrimas, las que con un simple abrazo te
transmiten su preocupación.
Por eso, amiga, que estás ahí agarra mi mano bien fuerte
porque por mucho que pasen tormentas y tornados ella seguirá cogida a la tuya,
esperando ese baile de los viernes y ese llanto de los lunes.
Por lo tanto, hagamos de este día un viernes, un día
grandioso, en el que gritar por la emoción y llorar de sentimiento. En el que
el color de tus ojos esté más dulce que nunca y en el cual tu sonrisa esté
totalmente congelada por la felicidad.
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