viernes, 7 de noviembre de 2014

Mientras tanto


Prometías el derecho a la vida, 
el derecho a la libertad y a la seguridad de mi persona. 
Prometías cosas como el sufragio universal, la igualdad ante la ley 
y mi inocencia hasta que se demostrara lo contrario. 

Prometías reformarme y hacerme un parque donde poder columpiarme. 
Prometías la luna a los que no tenían ni agua y el sol a los que no brillaban. 

Solía escuchar de tu boca tanto ruido, 
que distorsionabas. 

Ahora, 
es cuando yo te prometo, 
que mientras haya ciudades, leyes injustas 
o niños muriéndose de hambre. 
Que mientras goces tu vida de lujos
tu pueblo se hunde ante las calles que no limpias 
y que gritan los 29 de cada mes. 
Que mientras construimos tu yate con llagas en las manos, 
el mar siga negro por lo sucia que tienes tu boca 
o siga habiendo mujeres sometidas a normas y estereotipos. 
Que mientras nos calles a golpes y aquel padre suba a hombros a su hijo 
para que grite más alto. 

Tú y yo seguiremos en guerra.

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